Palabras de espiritualidad

La dignidad y propósito del hombre

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

¡Organiza tu vida según la forma que Dios te concedió! ¡Que los Cielos sean tu morada! (Filipenses 3, 20)

Los animales terrestres miran hacia el suelo; sin embargo, el hombre, el vástago celestial, se diferencia de los animales tanto por su constitución física, como por la dignidad de su alma. ¿Cuál es la morfología de los animales cuadrúpedos? Tienen la cabeza inclinada hacia el suelo, razón por la cual se miran su propio vientre y hacen todo lo que este les pide.

Tu cabeza, no obstante, se halla elevada al cielo, tus ojos miran las cosas que están en lo alto. Porque, si alguna vez has caído bajo —por medio de las pasiones del cuerpo, sirviéndole a este y a lo que está debajo del vientre—, te has unido a los animales, que son irracionales, haciéndote semejante a ellos (Salmos 48, 12). ¡Otro debe ser tu propósito!

¡Busca, entonces las cosas de lo Alto, en donde se halla Cristo! (Colosenses 3, 1) ¡Conserva tu mente más allá de las cosas de este mundo! ¡Organiza tu vida según la forma que Dios te concedió! ¡Que los Cielos sean tu morada! (Filipenses 3, 20) Tu patria verdadera es el Jerusalén de lo Alto (Hebreos 12, 22). Tus connacionales y compatriotas son los primogénitos inscritos en los Cielos (Hebreos 12, 23).

(Traducido de: Sfântul Vasile cel Mare, Omilii la Hexaemeron, Editura IBMBOR, Bucureşti, 1986, p. 172)