La enfermedad de la avaricia y su tratamiento
Si hay alguien que no cree en lo que digo, tiene todo el fundamento para creer en lo que dice el Divino Juez, con estas palabras: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?” (Mateo 16, 26)
La terrible enfermedad de la avaricia no puede ser sanada si el que es dominado por ella no rechaza los pensamientos que le llevan a buscar ganancias en cualquier parte... Porque, de hecho, lo que encontrará será un enorme perjuicio. Y si hay alguien que no cree en lo que digo, tiene todo el fundamento para creer en lo que dice el Divino Juez, con estas palabras: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?” (Mateo 16, 26). Si, poco a poco, deja de acumular y empieza a repartir a los demás, volverá a tener una perfecta salud.
(Traducido de: Cum să biruim iubirea de arginți, Editura Sophia, București, 2013, p. 105)