La familia cristiana es santificada y protegida por la Gracia Divina
La celebración del Matrimonio es un sacramento, por medio del cual se sella la promesa de fidelidad eterna y se santifica la unión nupcial.
En las disposiciones y actividades de la Iglesia, la familia neo-testamentaria constituye el objeto de un cuidado especial: sobre el novio y la novia es invocada, en una oración aparte, desde la primera manifestación de su consentimiento recíproco, la bendición de Dios. La celebración del Matrimonio es un sacramento, por medio del cual se sella la promesa de fidelidad eterna y se santifica la unión nupcial. (...) Desde su venida al mundo y durante todo su desarrollo y educación, los hijos son puestos bajo la protección y guía de la Iglesia.
(Traducido de: Cum să ne întemeiem o familie ortodoxă: 250 de sfaturi înţelepte pentru soţ şi soţie de la sfinţi şi mari duhovnici, Editura Sophia, Bucureşti, 2011, p. 25)