La fe es un don del Espíritu Santo
El Espíritu Santo, que se participa a quienes le reciben, es un “Espíritu de sabiduría y de comprensión, de consejo y de fuerza, de buena fe y de otras cosas semejantes, como lo señala ya Su nombre”.
La fe es un don del Espíritu Santo que los Apóstoles le piden al Señor, al decir: “¡Aumenta nuestra fe!”. El Mismo Señor le pide al Padre que les conceda de Su santidad: “¡Santifícalos en Tu verdad!”. En lo que respecta a los que oran, el mismo Espíritu pide por ellos: “Porque el Mismo Espíritu Santo ora por nosotros con suspiros inefables”, otorgándoles un poder de oración que atraviesa hasta los mismos cielos. En una palabra, el Espíritu Santo, que se participa a quienes le reciben, es un “Espíritu de sabiduría y de comprensión, de consejo y de fuerza, de buena fe y de otras cosas semejantes, como lo señala ya Su nombre”.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Cabasila, Despre Viața în Hristos, Editura Institului Biblic și de Misiune Ortodoxă, București, 2009, p. 107)