Palabras de espiritualidad

La filantropía, un atributo divino

  • Foto: Oana Nechifor

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En los escritos de San Atanasio el Grande, la filantropía es considerada el motivo principal para la Encarnación del Logos.

Los Santos Padres subrayan la idea que la filantropía es uno de los más importantes atributos divinos, por medio del cual se expresa la relación de Dios con los hombres. También los hombres deben tener esta cualidad y aplicarla en su relación con sus semejantes. En los escritos de San Atanasio el Grande, la filantropía es considerada el motivo principal para la Encarnación del Logos. La desobediencia del hombre primordial hizo necesaria la manifestación de la bondad del Creador, Quien de esta forma vino a salvarle. Dios se hizo Hombre, para que el hombre pudiera llegar a deificarse. La caída del hombre le alejó de Dios, y su relación con Él se rompió. La restauración del hombre no podría realizarse sin el amor paterno del Dios-Creador, Quien le adoptó cual hijo. Este amor paterno es ilustrado por el hecho que Dios no exoneró a Su Hijo Unigénito, el Verbo, Quien se hizo Hombre para que Sus hermanos pudieran participar de la divinidad.

Así, el atributo de la bondad divina presupone que el hombre también lo adquiera y lo manifieste en su relación con sus semejantes. La generosidad, así como la bondad para con los pobres, las viudas, los huérfanos y, en general, con todos aquellos que se hallan en dificultades, deben ser practicadas por mandato del Señor. En los escritos de los Padres de Capadocia, el término filantropía aparece con este significado, pero recalcando su aspecto práctico. La filantropía significa misericordia, altruismo, bondad, amor desinteresado y buenas obras.

La noción de filantropía —como atributo de Dios— es utilizada con frecuencia. En el marco de la Liturgia de San Basilio, de la Proskomedia hasta el Sacrificio eucarístico, el concepto de filantropía de Dios es invocado quince veces. El amor del Señor por la humanidad es inefable. Dios es presentado a menudo como “bueno y amante de la humanidad (philanthropos)”, “misericordioso y amante de la humanidad”. Su amor por el hombre es “inefable e infinito”. Dios es un Padre amoroso que es llamado para cuidar de las viudas y los huérfanos, liberar a los prisioneros de guerra, sanar a los enfermos, proteger a los que viajan y ayudar a los que necesitan de Su auxilio y amparo. San Basilio demuestra que la filantropía es un atributo divino, ya desde su Liturgia, en donde esta palabra es utilizada diez veces. En la Liturgia de San Juan Crisóstomo, esta expresión es utilizada doce veces, y diez en la Liturgia de los Dones Presantificados.

(Traducido de. Demetrios J. Constantelos, Filantropia bizantină și asistența socială, Editura Doxologia, Iași, 2014, pp. 70-71)