La forma más sencilla de cumplir con los mandamientos del Señor
Regocíjate cuando seas difamado, porque haciendo esto te convertirás en un auténtico discípulo de los santos apóstoles, a quienes les llenaba de honda alegría saberse dignos de ser vilipendiados por el nombre Cristo.
Muchos son los mandamientos de Cristo y mi mente parece oscurecerse, porque no puedo guardarlos todos. Dígame, padre, ¿qué puedo hacer?
—¡Que esto no te asuste, hermano! Solamente tienes que estar atento a sufrir siempre con agrado, sin importar lo que te suceda, porque así lograrás guardar fácilmente todos los mandamientos. Y es que, si lo piensas bien, ¿qué esfuerzo representa orar por quien te ha ofendido? ¿Acaso significa tener que trabajar la tierra, o partir en un largo viaje, o surcar el mar, o perder algo de dinero? Luego, regocíjate cuando seas difamado, porque haciendo esto te convertirás en un auténtico discípulo de los santos apóstoles, a quienes les llenaba de honda alegría saberse dignos de ser vilipendiados por el nombre Cristo.
(Traducido de: Sfântul Zosima, Învățături și scrisori de suflet folositoare, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 160)