Palabras de espiritualidad

La Gracia de Dios y el corazón del hombre

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

El hombre de corazón petrificado, del cual se ha apartado el consuelo divino, vive un permanente tormento que no halla consuelo.

Aquellos que tienen el corazón lleno del consuelo de la Gracia Divina son capaces de soportar cualquier carencia, cualquier tribulación, haciendo de ello una verdadera fiesta espiritual. Por el contrario, el hambre de corazón petrificado, del cual se ha apartado el consuelo divino, vive un permanente tormento que no halla consuelo.

No hay tormento más grande que el de un corazón duro e insensible, que ya no sabe distingir entre el Camino luminoso de la Providencia Divina y los oscuros extravíos de este mundo. Sin embargo, a lo largo de la historia, ha habido personas con el corazón lleno de la Gracia de Dios, vasos elegidos, iluminados por el espíritu profético, que supieron distinguir la Luz Divina, de la oscuridad que reina en este mundo.

(Traducido de: Arhimandritul Zaharia ZaharouOmul cel tainic al inimii, Editura Basilica, București, p. 11-12)



 

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