¿Cómo librarnos del orgullo, padre?

—El orgullo es el arma más poderosa del maligno, porque es capaz de aniquilarnos por completo. ¿Por qué? Porque el demonio sabe bien que fue su orgullo lo que lo hizo perder el Cielo. Por eso, desde pequeños intenta sembrar en cada uno de nosotros la vanidad, la soberbia. Y si los padres del niño no saben guiarlo e instruirlo para que se comporte adecuadamente, consintiéndole todos sus caprichos, tarde o temprano el orgullo germinará en el alma del pequeño. Más tarde, ese orgullo dará lugar a la pasión del egoísmo. Y cuando el egoísmo echa raíces en el alma, el demonio se aparta, porque ya no necesita inducir a la persona a que obre mal, ya que esta lo hará sola. Por eso, pidámosle mucho al Señor que nos libre de caer en el orgullo y el egoísmo, porque “Dios no desprecia a un corazón contrito y humilde”. Esmerémonos en vivir con humildad. Si somos humildes, nos mantendremos siempre cerca de Dios. Pero, si somos altivos y soberbios, nos estaremos arrojando a los brazos de nuestro peor enemigo.

(Traducido de: Starețul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura  Prodromos, 2009, p. 47)