La humildad es una virtud preponderante
Si te comportas con superioridad, hasta tu amigo más íntimo se apartará de ti.
A lo largo de mi vida he conocido una gran cantidad de padres espirituales con una vida santificada y hombres de fe pletóricos de dones espirituales, con un rasgo común: todos mantenían en secreto su experiencia y sus obras, para no perderlas. Y me decían: “¡Deja, lo importante es que Dios lo sepa!”.
Es muy sencillo. Del mismo modo en que nos levantemos, así será como nos iremos a descansar. Aunque somos hijos de la Iglesia Ortodoxa, a veces no sabemos qué debemos hacer para salvarnos y qué tenemos que evitar para no perdernos.
Seamos pacientes hasta el final, porque la perseverancia es una virtud necesaria para la salvación. Muchos empiezamos una buena acción, pero, el maligno, que es muy astuto, viene y nos confunde, hasta hacernos retroceder. Y nos pone en un peligro muy grande.
Pero, si tenemos amor, Dios nos salvará a todos.
En cualquier situación, si te comportas con el otro como si fueras inferior a él, saldrás vencedor en todos los aspectos. En lo espiritual, estarás ganando mucho ante Dios —que es lo más importante—, y también ante quien te vea, porque hasta tu mayor enemigo obtendrá un gran provecho al conocer tu actitud. ¿Por qué? Porque se emblandecerá al verte humilde con la ayuda de la Gracia. Pero, si te comportas con superioridad, hasta tu amigo más íntimo se apartará de ti. Esta es la mejor manera de ganarte a tu semejante.
(Traducido de: Starețul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, pp. 291-292)