Palabras de espiritualidad

La humildad transforma los insultos en coronas para la vida eterna

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

¿Quieres imitar a estos amigos de Dios? ¿O quieres imitar a quienes se hallan llenos del espíritu de la malicia? Cuando sientas la tentación de insultar, piensa que estás siendo puesto a prueba. Así, ¿te pondrás de parte de Dios, demostrando una paciencia sin límites, o de parte del demonio, montando en cólera? No pierdas la oportunidad de elegir el lado correcto.

¿Alguien te insultó? Respóndele con elogios. ¿Te golpeó, además? Demuéstrale tu paciencia. ¿Te escupió y te humilló? Recuerda quién eres, es decir que del polvo vienes y al polvo volverás. Quien se prepare de esta forma considerará una nimiedad cualquier ofensa. Así, mostrándote indiferente ante los insultos, no sólo pondrás en aprietos a tu adversario, sino que te harás digno de ser coronado. (...)

¿Te han considerado insignificante e indigno de ser honrado? Piensa que eres “polvo y ceniza” (Génesis 18, 27), porque no eres más importante que Abrahám, que asumió ese apelativo para sí mismo. ¿Te han llamado ignorante, pobre o despreciable? Piensa que eres un gusano y que vienes de la basura, tal como lo dijera David (Salmos 21, 7).

Agrega a esto el ejemplo de Moisés, quien, al ser vilipendiado por Aarón y Miriam, no se quejó con Dios, sino que oró por ellos (Números 12, 1-13).

¿Quieres imitar a estos amigos de Dios? ¿O quieres imitar a quienes se hallan llenos del espíritu de la malicia? Cuando sientas la tentación de insultar, piensa que estás siendo puesto a prueba. Así, ¿te pondrás de parte de Dios, demostrando una paciencia sin límites, o de parte del demonio, montando en cólera? No pierdas la oportunidad de elegir el lado correcto. Porque o has de ser de provecho para tu adversario, con el ejemplo de tu mansedumbre, o ambos habrán de sufrir por causa de tu egoísmo.

(Traducido de: Glasul Sfinţilor Părinţi, traducere de Preot Victor Mihalache, Editura Egumeniţa, 2008,  p. 41)