La humildad y la bondad mantienen fuerte a la familia
Las virtudes principales de la persona, especialmente en el matrimonio, son la humildad y la bondad. ¡Qué importante es la bondad! “Un gramo de bondad vale más que toneladas de conocimientos”.
Sólo Dios es perfecto; incluso los santos han tenido alguna debilidad. Así las cosas, ¿cuál podría ser, entonces, nuestro estado, hombres mundanos y llenos de pecados? Por eso es que antes de casarnos, debemos tener claro que esa “otra mitad” que buscamos tiene también sus propias debilidades y defectos. Desde luego, esto no significa que la persona está hecha tan sólo de defectos y debilidades (¡eso sería terrible!). Paralelamente, tiene también muchísimas virtudes innatas (La Escala, Prédica 26, 41).
Las virtudes principales de la persona, especialmente en el matrimonio, son la humildad y la bondad. ¡Qué importante es la bondad! “Un gramo de bondad vale más que toneladas de conocimientos” (proverbio popular). Y nuevamente: “A los cuarenta días ya te has aburrido de la belleza, de la bondad ni siquiera después de cuarenta años” (proverbio popular). El hombre falto de amor y de humildad es inadecuado para formar una familia (y no sólo para esto).
(Traducido de: Arhimandrit Vasilios Bacoianis, Căsătoria, Editura Tabor, Bucureşti, 2010, p. 21)