La ira en contra de las pasiones es inherente a nuestra razón
Translation and adaptation:
Si el hombre no se rebela contra lo que el maligno intenta sembrar en su interior, no podrá ver ninguna pureza allí.
La ira en contra de las pasiones es inherente a nuestra razón. Porque si el hombre no se rebela contra lo que el maligno intenta sembrar en su interior, no podrá ver ninguna pureza allí. Cuando Job se enteró de esto, maldijo a sus enemigos, diciendo: “Insensatos, faltos de todo bien, a quienes no consideré dignos ni siquiera de los perros de mi ganado” (Job 30, 1-2). Quien busque alcanzar esa ira esencial debe negar su propia voluntad, hasta fortalecer en su interior la voluntad de acuerdo a la esencia de la mente.
(Traducido de: Cuviosul Isaia Pustnicul, Despre păzirea minții,, în Filocalie, vol. I, p. 396)
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