Padre, ¿los buenos pensamientos vienen solos o tenemos que cultivarlos?

—Tienes que cultivarlos. Tienes que examinarte a ti mismo, fijarte en lo que hay dentro de ti. Entonces, cuando venga el maligno a inspirarte malos pensamientos, debes tratar de apartarlos y reemplazarlos con solo pensamientos buenos. Cuando te esmeres en esto, aprenderás a cultivar la buena intención y verás cómo también esta se ennoblece.

Y entonces Dios, al ver tu buena intención, tendrá misericordia y te ayudará. Así, los pensamientos malos no hallarán lugar en ti. Se apartarán y, de manera natural, tendrás pensamientos buenos. Adquirirás un hábito hacia el bien, la bondad vendrá a tu corazón y de este modo Cristo morará en tu interior.

Sin embargo, esto no se logra de un día para otro, sino que requiere tiempo y un esfuerzo continuo, para que el alma reciba la corona de la victoria. Entonces la guerra se disipará para siempre, pues las guerras son estallidos del desorden interior, que aprovechan las propagandas de los enemigos.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Nevoință duhovnicească, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 62)