La labor del sacerdote no tiene igual
El padre espiritual tiene la importante obligación, ante sus hijos espirituales, de supervisarlos constantemente, orientándolos y pidiéndole a Dios por su salvación.
El padre espiritual debe saber respetar la medida de la verdad, es decir, preferir siempre el camino del medio entre el amor y la severidad, entre la acribía y la indulgencia. Además, debe saber proceder como corresponde en cada caso, sopesando el amor con la justicia, y la amonestación con la paciencia y la comprensión.
El padre espiritual tiene la importante obligación, ante sus hijos espirituales, de supervisarlos constantemente, orientándolos y pidiéndole a Dios por su salvación. Y ellos tienen el deber de obedecer las instrucciones de su confesor.
¡Qué gran don es el del sacerdocio! ¡Consolar, absolver los pecados de los fieles, prescribir cánones de sanación y dar consejos de salvación! ¡Aun si consigues que se salve una sola alma, esa alma vale mucho más que el mundo entero!
(Traducido de: Arhimandritul Cleopa Ilie, Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 74)