Palabras de espiritualidad

La lectura de la Biblia nos abre a recibir el don de Dios

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Nuestra tarea en la realización de la comunión entre Dios y nosotros es la oración. Sin oración, esta comunión no es posible.

La lectura de la Santa Escritura por parte de los fieles, la comunión con la Palabra de Dios en la Santa Biblia, es, en sí misma, una participación espiritual. Cristo nos llena de Su presencia, de Sus energías. Es otra forma de Eucaristía. Todos los dones son una comunión con Cristo. Esto se aplica también a las lecturas que se hacen al orar. Todos los dones vienen, entonces, si nos encontramos en un estado de oración y en comunión con la Iglesia. Debemos pedir, debemos abrirnos a estos dones, y ellos vendrán a nosotros.

Nuestra tarea en la realización de la comunión entre Dios y nosotros es la oración. Sin oración, esta comunión no es posible. Si la practicamos en ese estado de oración, la lectura de la Biblia se convierte en la ocasión propicia para recibir el don de Dios. Pero esto es válido especialmente si hacemos la oración en comunión, en la Iglesia. Es algo más fuerte y acogedor, una gran riqueza, cuando nos reunimos en el nombre de Dios, cuando todos los hermanos estamos juntos; nos entendemos mutuamente, es otra vida. Es más fácil encontrar la riqueza de Dios y la riqueza de la vida, cuando nos congregamos en Su nombre.

(Traducido de: Dumitru Stăniloae, Marc-Antoine Costa de BeauregardMică Dogmatică vorbită, dialoguri la Cernica, Editura Deisis, Sibiu, 2007, pg. 156)