Palabras de espiritualidad

La lucha con los pensamientos sólo puede ser ganada llamando a Cristo con nuestra oración

  • Foto: Ioana Onofrei

    Foto: Ioana Onofrei

La lucha con los pensamientos sólo puede ser ganada llamando a Cristo en nuestro auxilio, porque, incapaces de soportar el calor del corazón en oración, estos huyen como abrasados por el fuego.

Ningún principiante puede alejar un simple pensamiento, si Dios no le auxilia en tal empeño. Porque sólo los más fuertes pueden luchar con arrojo y alejar los pensamientos perniciosos. Pero también ellos necesitan unir su esfuerzo a Dios, portando las armas que Él mismo les da.

Así, cuando los veas venir (a los pensamientos), llama al Señor Jesucristo insistentemente y con perseverancia, y verás cómo desaparecen. Porque, incapaces de soportar el calor del corazón en oración, estos huyen como abrasados por el fuego. “Combate a los que te ataquen, con el nombre de Jesús”, dice San Juan el Sinaíta, porque nuestro Dios es fuego que consume toda maldad (Deuteronomio 4, 24). El Señor es siempre raudo para ayudar, porque “¿acaso Dios no hará justicia a sus elegidos, si claman a Él día y noche, mientras Él deja que esperen?” (Lucas 18, 7).

(Traducido de: Sfântul Grigorie Sinaitul, Despre liniştire şi despre cele două feluri ale rugăciuni în Filocalia VII, Bucureşti, 1977)