La Madre del Señor es nuestra esperanza, amparo y salvación
La Madre del Señor es un consuelo para nosotros. Mientra nuestros padres viven, mientras nuestra madre vive, pareciera que tenemos a alguien con nosotros. Y aunque todo el mundo nos abandonase, ella nunca lo haría.
¿Qué puede ser la Madre del Señor para nosotros? ¡Esperanza, esperanza! ¿Por qué? Porque siempre contamos con su ayuda. Y si sabemos de su ayuda, de su protección, de su amparo, de su intercesión y de sus oraciones, tenemos un plus de esperanza. La Madre del Señor es esperanza: “Toda mi esperanza la pongo en tí, Madre de Dios, protégeme bajo tu santo amparo.”
¿Qué más es la Madre del Señor? Protección. ¿Qué significa “protección”, “amparo”? No que la Madre del Señor extienda sobre nosotros algo, sino simplemente que ella es nuestra protectora. Nos libra de problemas, nos protege de males. “Oh, Protectora Señora, por la victoria y por librarnos de la necesidad, te ofrecemos agradecimiento, oh, Madre de Dios”, porque es nuestro amparo.
Esperanza, amparo, protección, es decir, un refugio para nosotros. La Madre de Dios es un consuelo para nosotros. Mientras nuestros padres viven, mientras nuestra madre vive, pareciera que tenemos a alguien con nosotros. Y aunque todo el mundo nos abandonase, ella nunca lo haría.
(Traducido de: Arhim. Teofil Părăian, Maica Domnului – Raiul de taină al Ortodoxiei, Editura Eikon, 2003, pp. 34-35)