De Dios no nos aleja la verdad, sino solamente la mentira. Decir que la verdad nos aleja de Dios es como decir que Dios nos aparta de Dios.

Los pensamientos, las palabras, los sentimientos y los deseos falsos constituyen la suma de mentiras que nos llevan a la nada, al engaño y a la negación de Dios.

Y no hay regreso de este camino, de esta encrucijada, sin una sacudida terrible en la vida del hombre. Entonces, éste, ciego, cae al suelo como Saulo, hasta que viene Dios y lo saca del polvo y la miseria, abriéndole los ojos al otro camino.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Gânduri despre bine și rău, Ed. Predania, București, 2009, p. 54)