La oración más poderosa es esa que haces precisamente cuando luchas
Cuando dices “Señor Jesucristo...”, hasta el mismísimo diablo bate en retirada. Es través de esa lucha que el Espíritu Santo se hace sentir, si combates con humildad. Y el Espíritu Santo se hace sentir para que veas cómo lleva tu mente al corazón; para que ores con el corazón y el Espíritu Santo llene tu alma.
La oración más poderosa es esa que haces precisamente cuando luchas. Y si tu oración es como el rocío, entonces es el vapor de la oración que hiciste en la iglesia, o el esfuerzo que realizaste.
Cuando dices “Señor Jesucristo...”, hasta el mismísimo diablo bate en retirada. Es través de esa lucha que el Espíritu Santo se hace sentir, si combates con humildad. Y el Espíritu Santo se hace sentir para que veas cómo lleva tu mente al corazón; para que ores con el corazón y el Espíritu Santo llene tu alma.
(Traducido de: Părintele Proclu Nicău, Lupta pentru smerenie și pocăință, Editura Agaton, Făgăraș, 2010, p. 25)