Palabras de espiritualidad

La oración nos trae el manantial de toda alegría

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

El alma que no eleva al Cielo la voz de su oración es como una casa vacía, llena de telarañas, habitada solamente por las aves de la oscuridad.

La oración tiene el don de hacer que destile en el alma el inagotable manantial de la alegría.

El alma que no eleva al Cielo el clamor de su oración es como una casa vacía, llena de telarañas, habitada solamente por las aves de la oscuridad.

El alma que no sabe orar nunca sabrá lo que es la felicidad, aunque tenga todas las riquezas del mundo. La oración verdadera es una labor santa.

(Traducido de: Înaltpreasfințitul Iustinian Chira, Cuvintele Părintelui  un ghid al frumuseţii lăuntrice, Editura Mega, Cluj-Napoca, 2009, pp. 112-113)