La oración que hace que se estremezca el mismo infierno
Cuando dices: “Señor Jesucristo…”, se estremece todo el infierno; eso sí, solamente si lo haces con el corazón.
La oración más poderosa para protegerte de los malos pensamientos y ante los ataques del maligno es esta: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”. Si en tu mente vibra todo el tiempo esta oración, seas un monje o un devoto laico, el demonio no tendrá poder para entrar en tu alma, porque escuchará el nombre del Dios Vivo. Y nuestro Dios es un fuego que consume, que quema a los demonios.
Nadie podrá alterarte, si en tu corazón mantienes el “Señor Jesucristo…”. Pero debes mantenerte en un peldaño de la oración. Cuando dices: “Señor Jesucristo…”, se estremece todo el infierno; eso sí, solamente si lo haces con el corazón.
(Traducido de: Arhimandritul Cleopa Ilie, Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 259)