La oración que nos encamina a la salvación
Conozcamos cada palabra de las santas oraciones, en la iglesia, y dediquemos nuestras propias palabras a Dios.
¿Qué tenemos que hacer para salvarnos?
—Me acuerdo de unas palabras que le escuché decir al abbá Paisos Olaru, cuando estaba en su lecho de muerte. Alguien le pidió que dijera algunas palabras para el pueblo rumano. Y esto fue lo que dijo, con un hilo de voz: «Las mismas palabras del Señor: “Los Cielos y la tierra pasarán, pero la Palabra del Señor no pasará”». Conozcamos cada palabra de las santas oraciones, en la iglesia, y dediquemos nuestras propias palabras a Dios.
Quisiera citar también unas palabras del padre Sofronio para una persona que estaba en búsqueda de la oración. Una señora anglicana estaba a un paso de renunciar a la oración, y también a Dios, porque a su pregunta: “¿Cómo puedo encontrar la oración?”, planteada a muchos, había recibido solamente respuestas típicas, simples estereotipos. Así, oyendo de un tal “padre Sofronio”, en Francia, fue a buscarlo y le lanzó la misma interrogante. El padre Sofronio le respondió: «Con Dios no hace falta ser protocolarios. ¡Preséntale todo lo que hay en tu corazón, tal cual es!». Y encontró una oración tan poderosa, que, decía el padre Sofronio, oraba durante horas enteras, postrada de rodillas, con la cabeza hasta el suelo. Créanme, nada de esto es poca cosa, tratándose de alguien proveniente del mundo occidental. Ah, y esa señora terminó convirtiéndose a la Ortodoxia, hace ya varios años.
(Traducido de: Celălalt Noica – Mărturii ale monahului Rafail Noica, însoțite de câteva cuvinte de folos ale Părintelui Symeon, ediția a IV-a, Editura Anastasia, 2004, p. 59)