La paciencia es también una forma de gratitud
¿Cuáles son esos actos por los cuales Dios nos ha recompensado? ¡Ninguno! Todo ha venido únicamente de Su bondad. Luego, todo lo que tenemos es un don, no una recompensa. Así, soportemos todo con valor.
Si hemos recibido todo lo bueno de la mano del Señor, ¿cómo no habríamos de ser pacientes en lo malo? Porque dice: “Acuérdate de lo primero y piensa en su proveniencia, o, mejor dicho, en la causa de tanto bien, y entonces serás paciente y tendrás valor en lo segundo”.
¿Has visto qué equilibrio, qué lucidez? Esas palabras vienen de un hombre que no considera que la paciencia es la consecuencia de su propio valor, sino de sus actos. ¿Cuáles son esos actos por los cuales el Señor nos ha dado todo lo que tenemos? ¿Cuáles son esos actos por los cuales nos ha recompensado? ¡Ninguno! Todo ha venido únicamente de Su bondad. Luego, todo lo que tenemos es un don, no una recompensa. Así, soportemos todo con valor. Cada uno de nosotros, hombre o mujer, debería retener esas palabras de Job en su mente, recordando la historia de los padecimientos de este justo de Dios, como un ícono resplandeciente en nuestro pensamiento. Porque él perdió todos sus bienes, su familia, la salud de su cuerpo y el respeto de los demás, para ser insultado y enfrentar toda clase de pesares. Así, usemos el sufrimiento de Job como un puerto seguro e infranqueable para protegernos, para que, soportando todo con valentía y contento, podamos apartar de nosotros cualquier tristeza de esta vida, y gozar de la alegría espiritual, con la Gracia y el amor a la humanidad de nuestro Señor Jesucristo.
(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Comentariile sau Tâlcuirea Epistolei întâi către Corinteni, omilia XXVIII, pp. 298-299)