Palabras de espiritualidad

¡La reconciliación trae paz y alegría a los corazones!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¡Qué ligera se siente el alma cuando perdonamos a nuestro enemigo! Es una sensación parecida a la de un ave que ha escapado del cautiverio, volando hacia el cielo, llena de alegría.

¡Qué ligera se siente el alma cuando perdonamos a nuestro enemigo! Es una sensación parecida a la de un ave que ha escapado del cautiverio, volando hacia el cielo, llena de alegría.

Cuando nos reconciliamos, nos alegramos mucho más que si hubiéramos descubierto un tesoro, y es que hemos encontrado algo más valioso que un tesoro. Hemos encontrado el amor, hemos ganado a nuestro enemigo y de adversario lo hemos convertido en un hermano.

La paz es uno de los más valiosos dones divinos. Una vez realizada la reconciliación, la oscuridad de esas almas hasta ayer contrariadas, desaparece y en ellas viene a habitar la paz de Dios, la luz y la alegría de Dios. Sobre los que se han reconciliado desciende la gracia de Dios. Por eso, se sienten como si estuvieran en el Cielo.

(Traducido de: Arhimandrit Serafim Alexiev, Viaţa duhovnicească a creştinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, Bucureşti, 2010, p. 138)



 

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