La revelación del Dios que es Uno en Trinidad
Con la visión de la luz no-creada, el hombre deificado recibe la revelación del Dios Trino.
Los discípulos de Cristo pudieron ver Su gloria en la cima del Monte Tabor. Al mismo tiempo, escucharon la voz del Padre, que decía: “Este es Mi Hijo amado”, y contemplaron el descenso del Espíritu Santo en forma de una densa nube. Como dice San Gregorio Palamás, la nube representa al Espíritu Santo. Así pues, los discípulos de Cristo alcanzaron el conocimiento de la Santísima Trinidad por medio de la visión y la revelación divina. A ellos se les reveló que Dios es un solo Ser en tres Hipóstasis. Esto es lo que sostiene San Simeón el Nuevo Teólogo, cuando, en sus himnos, afirma una y otra vez que, con la visión de la luz no-creada, el hombre deificado recibe la revelación del Dios Trino. Y, en esa contemplación, los santos no confunden los rasgos hipostáticos (de las Personas de la Santísima Trinidad).
(Traducido de: Mitropolitul Hierotheos Vlachos, Boala și tămăduirea sufletului în tradiția ortodoxă, Editura Sofia, pp. 37-38)