Toda persona miente. Es decir, yo los guío, les instruyo en lo que es bueno, ¿pero acaso sé con certeza qué es lo que vendrá después?

No importa cuánto quieras vivir. Vivirás lo que Dios decida que has de vivir. Ni un minuto más, ni un minuto menos.

No es el número de años que llevas en el monasterio lo que te va a salvar, sino la justa medida y la buena decisión en lo correcto.

La salvación es muy fácil si somos sinceros, pero si somos pérfidos, ¡ay de nosotros!

Si no erramos frente a Dios, luego Él nos bendice, llenándonos de felicidad, porque nuestra alma no tiene razones para entristecerse y apesadumbrarse.

Nunca digas, “Tengo derecho a hacer esto...”, porque te estás justificando y enalteciendo, y podrías llegar a creer más en lo que tu mente te dice, que en los consejos de los demás.

(Traducido de: Stareţul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura  Prodromos, 2009, pp. 284-285)