Palabras de espiritualidad

La Santa Cruz nos protege de todo mal

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El cristiano que participa de los Sacramentos cuenta con la protección de la Santa y Vivificadora Cruz del Señor y, además, sabe que Aquel que está con él es más poderoso que cualquier adversario.

¿Qué podemos hacer si alguien en nuestra familia ha empezado a ocuparse con cosas como la hechicería?

—En primer lugar, no asustarnos, especialmente quienes nos hallamos en el seno de la Iglesia, porque el cristiano que participa de los Sacramentos cuenta con la protección de la Santa y Vivificadora Cruz del Señor y, además, sabe que Aquel que está con él es más poderoso que cualquier adversario. Por eso, no debemos temer por nuestros hijos, parientes o conocidos.

Si vemos que la persona que ha empezado con esas prácticas dirige sus pensamientos negativos a alguien cercano a nosotros y que no tiene vínculo con la Iglesia, con el poder de nuestra autoridad, apelando al amor entre parientes, tenemos que convencer al “hechicero” de detenerse. Sobre todo, porque se está haciendo daño a sí mismo. Y ese daño puede perdurar por mucho tiempo. Hay cosas que es mejor que no conozcas. Tal como hay estados de pecado que es mejor no intentar jamás. El Señor nos ama a todos y puede librar a la persona de cualquier estado, pero es mejor no acercarnos a toda clase de abismos.

(Traducido de: Preot Maxim Kozlov, Familia – ultimul bastion: răspunsuri la întrebări ale tinerilor, traducere din limba rusă de Eugeniu Rogoti, Editura Sophia, București, 2009, pp. 291-292)