Palabras de espiritualidad

La santa morada de Dios

  • Foto: Bogdan Zamfirescu

    Foto: Bogdan Zamfirescu

Translation and adaptation:

Todo, absolutamente todo exhala devoción y oración. Todo te dice que estás en el lugar santo de Dios, frente a frente con Él Mismo.

“Mi casa es casa de oración” (Lucas 19, 46). Viniendo a la iglesia, es como si entráramos en el Cielo, dejando atrás todo lo que es de este mundo. Este tendría que ser nuestro estado al entrar a la iglesia. Cuando estamos en casa, nuestra atención se distrae de la oración por mil y un motivos. En la iglesia, no obstante, se respira solamente fervor y oración. Además, la Santa Mesa, los rostros del Señor y de los santos, la vivificadora Cruz, el Evangelio en el Altar y las Puertas Hermosas que llevan hasta el mismo Altar... Este cielo terrenal y todo lo que hay en el Altar —el sitio más alto de la iglesia—, al igual que las lecturas, los cánticos, el incienso, las candelas y los cierios encendidos, los sacerdotes ataviados con sus vestimentas ceremoniales; todo, absolutamente todo exhala devoción y oración. Todo te dice que estás en el lugar santo de Dios, frente a frente con Él Mismo.

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronștadt, Liturghia – cerul pe pământ, Editura Deisis, Sibiu, 2002, p. 148)