Palabras de espiritualidad

La sinceridad al confesarse

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Si me acerco a confesarme con toda virtud y toda convicción ante Dios —porque, al presentarme ante el sacerdote, ante Dios me estoy presentando—, lo haré consciente también de que el sacerdote es solamente un testigo, a quien debo contarle todos mis pecados.

Si confieso, lleno de contrición, mis pecados del cuerpo y del alma, y si mi confesión es pura, cuando el sacerdote me ponga sus manos sobre la cabeza y recite la oración de absolución, mis pecados quedarán borrados. Pero, si no me confieso con contrición, si no me preparo de forma debida, soslayando hacerlo con sinceridad —y recibiendo un canon de penitencia adecuado para dejar de pecar—, ya podré recibir mil absoluciones del mejor de los padres espirituales, que el pecado y su veneno seguirán activos en mí. Por tal razón, el provecho, el valor de la Santa Confesión no es cosa del sacerdote, sino mía. Si me acerco a confesarme con toda virtud y toda convicción ante Dios —porque, al presentarme ante el sacerdote, ante Dios me estoy presentando—, lo haré consciente también de que el sacerdote es solamente un testigo, a quien debo contarle todos mis pecados.

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Cleopa, Volumul 2, Editura Mănăstirii Sihăstria, p. 7-8)