La terapia de Dios
El Maravilloso Doctor de nuestras almas permite que las pruebas vengan a nosotros, para que nos demos cuenta del daño que prosigue a nuestra forma de vida en holgura y felicidad.
... Y cuando ve que no podemos obtener ningún beneficio de nuestra vida llena de alegría y satisfacción, como un médico juicioso que prescribe el ayuno al que ve que se hincha de tanto comer, así también el Maravilloso Doctor de nuestras almas permite que las pruebas vengan a nosotros, para que nos demos cuenta del daño que prosigue a nuestra forma de vida en holgura y felicidad.
Y cuando ve que hemos sanado plenamente, con Su ayuda nos libra de las aflicciones y se nos revela, llevándonos al bienestar y concediéndonos el don de Su Providencia.
(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Omilii la Facere, omilia XL, III, în PSB, vol. 22, p. 76)