La única forma posible de orar en verdad
Recuerda que la oración no consiste solamente en repetir determinadas palabras o hacer postraciones, sino en lograr adherir tu mente y tu corazón a Dios.
¿Quieres concentrarte al orar o al participar en la Divina Liturgia? Acuérdate de Dios a cada instante, sea que te encuentres solo, o en compañía de otros; en casa, en el trabajo, caminando... o en cualquier parte. Sólo así conseguirás dirigir tu mente a Él y hablarle con devoción, cuando empieces a orar o asistas a los oficios litúrgicos.
Recuerda que la oración no consiste solamente en repetir determinadas palabras o hacer postraciones, sino en lograr adherir tu mente y tu corazón a Dios. Puedes leer todos los oficios del día y hacer todas las postraciones recomendadas, al tiempo que tu relación con Dios simplemente no existe o es insignificante, manteniendo una mente dispersa y un corazón frío. Cuando esto ocurre, si bien cumples con tu canon, no estás orando en verdad. De hecho, resulta hasta repugnante eso que consideras oración. ¡Que Dios nos libre!
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Călăuză către viața duhovnicească, Editura Egumenița, Galați, p. 62)