La urgente necesidad de unirnos como hermanos
Se ha debilitado el amor entre hermanos y a cada quien le cuesta comunicarse con su semejante. Y si no hay unidad, ¿cómo podrías reedificar algo?
Desde mi punto de vista, las prisiones (del régimen comunista, N. del T.) pusieron los cimientos de la regeneración de nuestra cristiandad. Dicho de otro modo, lo que tenemos que buscar es la perseverancia voluntaria: empezar a ayunar, a velar, a orar y a vivir en el nombre del Señor. Tienes que hacer que se sienta tu presencia dondequiera que vayas. Así: comida, tres veces al día; trabajos de obediencia, solamente si puedes, o si no, se lo dejas a tu hermano, etc…
¿Por qué motivo ahora resulta tan complicado enderezar nuestra vida espiritual?
—Porque se ha debilitado el amor entre hermanos y a cada quien le cuesta comunicarse con su semejante. Y si no hay unidad, ¿cómo podrías reedificar algo?
¿Cómo conservar, entonces, el amor y la unidad entre nosotros?
—Se necesita orar mucho, porque la oración favorece la comprensión y la armonía. Sin embargo, hoy en día lo único que nos preocupa es lo material, en vez de lo espiritual. Antes, las fuerzas del mal quedaban atadas con las oraciones de los grandes ascetas: sus oraciones tenían un gran poder. Y Dios aún no ha liberado el poder del demonio, porque el mundo no está preparado… La fuerza del maligno mora en nuestras pasiones y maldades.
(Traducido de: Ne vorbește Părintele Iustin Pârvu, Petru Vodă, 2011, pp. 67-68)