Las aves del cielo
El Reino de los Cielos no es para las aves, sino para los hombres que viven “como aves”, lejos del mundo y de todo lo terrenal, más cerca de lo celestial, más “confiados al cuidado de Dios”, que a las preocupaciones de la vida cotidiana.
El Reino de los Cielos, “comprimido” en una ínfima semillla, fue tomado por un Hombre y arrojado a Su huerto, el mundo, y así se hizo (el cristiano) un árbol frondoso, y las aves del cielo vinieron a vivir en sus ramas.
El Reino de los Cielos no es para las aves, sino para los hombres que viven “como aves”, lejos del mundo y de todo lo terrenal, más cerca de lo celestial, más “confiados al cuidado de Dios”, que a las preocupaciones de la vida cotidiana.
Esas aves son las “águilas” que se congregarán para juzgar el mundo (I Corintios 6, 2), cuando la tierra sea solamente “carroña”.
(Traducido de: Părintele Arsenie Boca, Părintele Arsenie Boca – mare îndrumător de suflete din secolul XX, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2002, p. 105)