Las cualidades del hombre humilde
El hombre humilde busca siempre cómo agradarle a Dios y de Él espera misericordia el día del estremecedor Juicio.
La mirada del hombre humilde está siempre dirigida al cielo.
Busca siempre cómo agradarle a Dios y de Él espera misericordia el día del estremecedor Juicio. El que es humilde es paciente ante el desprecio de los otros, llegando a considerar, con sinceridad, que realmente lo merece. Trata con mansedumbre, sinceridad y amor a los infames, porque es característica de los humildes el tener una maravillosa docilidad.
El alma humilde, de acuerdo a las palabras de San Juan Climaco, es “trono de la mansedumbre”. El que es humilde no se inmuta ante las palabras elogiosas que los demás le dirigen. Si es ensalzado, no se considera merecedor de ello, porque siente, de sí mismo, que no es nada.
(Traducido de; Arhimandrit Serafim Alexiev, Viaţa duhovnicească a creştinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, Bucureşti, 2010, p. 196)