Algunos sabios rabinos aconsejaban: “Reflexiona bien antes de elegir esposa. No te fijes en la belleza, porque es temporal. ¡Piensa, más bien, en la familia que vas a formar con ella!”.

Te casas para ser feliz, no para ser infeliz. Todo consta no en casarte, sino en ser feliz casándote. Y serás feliz cuando encuentres un buen compañero o compañera. “El que ha encontrado una esposa buena, se ha endulzado la vida” (Proverbios 18, 22). Todo en el matrimonio depende de lo sucedido hasta antes de la boda. ¡Ahora mismo tienes en tus manos la llave de tu felicidad!

“Si vas a viajar, ora una vez. Si partes a la guerra, ora dos veces. Mas si vas a casarte, ¡entonces ora tres veces!” (Proverbio)

(Traducido de: Arhimandrit Vasilios Bacoianis, Căsătoria. Secretele alegerii, secretele bucurie, secretele trăiniciei, traducere din limba greacă de Preot Victor Manolache, Editura Tabor, București, 2010, p. 19)