Lo que asumimos al seguir a Cristo
En la medida en que somos una célula en el inmenso cuerpo de la humanidad desde la creación del mundo, y en la medida en que la vida cósmica pasa por nosotros, vivimos la tragedia de la humanidad como si fuera nuestra.
¿Para qué fueron necesarios el Getsemaní y el Gólgota, en el camino de la salvación del mundo? Esa oposición entre Cristo y el mundo es algo que realmente cuesta entender.
No podemos quedarnos indiferentes ante el sufrimiento de millones de personas. ¿Cómo podríamos ayudar a nuestros semejantes? Desde un punto de vista cristiano, la tragedia de este mundo es consecuencia de la desobediencia. Adán buscó ser como Dios y vivir para siempre, rompiendo el vínculo que le unía con su Padre y Creador. Cristo-Hombre, el primero en la historia de la humanidad, subió al Gólgota y eligió la muerte más dolorosa para destruir aquella maldición. Tomar la decisión de seguir a Cristo significa exponerte al sufrimiento. ¡Es inevitable! En la medida en que somos una célula en el inmenso cuerpo de la humanidad desde la creación del mundo, y en la medida en que la vida cósmica pasa por nosotros, vivimos la tragedia de la humanidad como si fuera nuestra.
Es muy difícil de expresar lo que significa: “Tomad vuestra cruz y seguidme”. Cuando elegimos a Cristo, tenemos que tomar en cuenta que se trata del amor del Padre, el amor del Hijo y el amor del Espíritu Santo en este mundo que tanto sufre.
(Traducido de: Arhimandritul Sofronie, Din viață și din Duh, Editura Reîntregirea, Alba-Iulia, 2014, pp. 28-29)