Lo que hay en el corazón del hombre auténticamente espiritual
Él es ahora un vaso elegido, rebosante del fuego del Espíritu Santo. Es un hombre nuevo, un hombre espiritual, contenido, encendido y conducido por el don y la gracia del Espíritu Santo.
He aquí el maravilloso estado del hombre que ha obedecido y ha recibido los dones de Dios: su corazón está lleno de luz y del don del Espíritu Santo. Han huido de su corazón los siete terribles pecados mortales: la soberbia, la lujuria, la envidia, la ira, la gula, la avaricia y la pereza, y en su lugar han venido estas virtudes, auténticas piedras angulares de nuestra salvación espiritual: la fe, el amor, la esperanza, la humildad, la generosidad, la pureza, el equilibrio, la diligencia y la paciencia.
Él es ahora un vaso elegido, rebosante del fuego del Espíritu Santo. Es un hombre nuevo, un hombre espiritual, contenido, encendido y conducido por el don y la gracia del Espíritu Santo. Por eso es que en su vida se muestran ya “los frutos del Espíritu, que son: amor, alegría, paz, generosidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia” (Gálatas 5, 22).
(Traducido de: Preotul Iosif Trifa, Oglinda inimii omului, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2009, p. 59)