Lo que hay que hacer para evitar que las pasiones del mundo ahoguen la Palabra en nuestro corazón
“Reciben la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y, perseverando, dan fruto” (Lucas 8, 15). Así, quienes quieran dar frutos en la Palabra Divina, tendrán que practicar la paciencia.
Tal como las espinas sofocan a las semillas, así también las pasiones de este mundo ahogan la palabra divina sembrada en el corazón. Por eso, las espinas que provocan tanto perjuicio deben ser arrancadas del corazón. “No améis al mundo ni lo que hay en él”, dice el Apóstol (I Juan 2, 15). De lo contrario, la palabra divina se quedará sin frutos.
Quien desee servirle al Señor y ayudar a que fructifique Su Palabra tendrá que enfrentar distintas tentaciones, tal como está escrito: “Si te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba” (Eclesiástico 2, 1). Por eso, las tentaciones deben ser vencidas con la paciencia. También el Santo Evangelista dice: “Reciben la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y, perseverando, dan fruto” (Lucas 8, 15). Así, quienes quieran dar frutos en la Palabra Divina, tendrán que practicar la paciencia.
(Traducido de: Sfântul Ierarh Tihon din Zadonsk, Comoară duhovnicească, din lume adunată, Editura Egumenița, Galați, 2008, p. 91)