Lo que nos ayuda a hacernos humildes
Cuando sintamos que nuestros pensamientos nos están llevando al orgullo, digamos: “¡La muerte ha venido a mí! ¡Mis verdugos ya están aquí!”. Así es como nace la contrición.
«No hay mejor ocasión para hacerte humilde, que cuando los demás te menosprecian. Cuando esto ocurra, no debemos indagar en sus motivos para desdeñarnos. En verdad, ser despreciados por otros es algo que nos ayuda mucho a alcanzar la humildad».
«Cuando sintamos que nuestros pensamientos nos están llevando al orgullo, digamos: “¡La muerte ha venido a mí! ¡Mis verdugos ya están aquí!”. Así es como nace la contrición».
(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de Preot Șerban Tica, Editura Sophia, București; Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, p. 252)