Los ángeles le presentan nuestras oraciones a Dios
En la vida futura, todos los que nos hayamos hecho dignos de ser herederos del Paraíso hablaremos eternamente con Dios, como los ángeles del Cielo.
Las oraciones de los fieles, hechas en espíritu y verdad, son presentadas por los santos ángeles a Dios. «He visto», escribe San Juan el Teólogo, «un ángel, que se paró de pie junto al altar, con un incensario de oro; le dieron muchos perfumes para que los ofreciese juntamente con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro colocado delante del trono. Y de la mano del ángel, el humo de los perfumes se elevaba delante de Dios con las oraciones de los santos… Entonces, junto al trono, vi al Cordero rodeado de los cuatro vivientes y de los ancianos… Se acercó y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Entonces los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del Cordero, teniendo cada uno en la mano un arpa y copas de oro llenas de perfumes (las oraciones de los santos)».
En la vida futura, todos los que nos hayamos hecho dignos de ser herederos del Paraíso hablaremos eternamente con Dios, como los ángeles del Cielo.
(Traducido de: Protosinghelul Nicodim Măndiță, Învățături despre rugăciune, Editura Agapis, București, 2008, pp. 11-12)