Los animales como creación de Dios
Qué numerosas son, Señor, Tus obras; todas las has hecho con sabiduría, la tierra está llena de Tus criaturas.
Dios obra milagros incluso con los animales, con las fieras salvajes. Él conoce exactamente su número, las cuida, las alimenta, las abreva y las conduce con Su Espíritu a donde quiere:
“Los leoncillos rugen por la presa, y su alimento a Dios reclaman. Se retiran al salir el sol y van a tumbarse en sus guaridas; entonces sale el hombre a su trabajo, y está trabajando hasta la tarde. Qué numerosas son, Señor, Tus obras; todas las has hecho con sabiduría, la tierra está llena de Tus criaturas. Ahí está el mar, inmenso y grande, en el que se mueven un sinfín de animales grandes y pequeños; por él van y vienen los navíos y Leviatán, al que hiciste para que en él jugase. Todos ellos esperan de Ti que les des a su tiempo su alimento; Tú se lo das, y ellos lo recogen; abres Tu mano, y se sacian de bienes; si escondes Tu rostro, se acobardan; si retiras Tu soplo, expiran y retornan al polvo; si envías Tu soplo, son creados, y renuevas la faz de la tierra. La gloria del Señor es eterna, el Señor se complace en Sus obras” (Salmos 103, 22-31).
Dios Creador es también Dios Omnipotente.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, 105 capete despre minuni, traducere de Preot Victor Manolache, Editura Egumenița, Galați, 2011, pp. 28-29)