Palabras de espiritualidad

Los animales sienten el amor del hombre

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Es como si dijera: “¡Gloria a Ti, Dios nuestro, porque finalmente he encontrado un amigo!”

Padre, San Isaac el Sirio dice: “Un corazón piadoso arde por toda la creación...”.

—Sí, así es, “un corazón que arde” también por los animales, incluso por los mismos demonios. El hombre espiritual le ofrenda su amor primero a Dios, luego a sus semejantes, y después a los animales y a la creación entera. Ciertamente, este amor divino abarca también a los animales, por los cuales el hombre siente afecto y hasta sufre por ellos. Y así ellos se le acercan sin temor. Hasta los animales salvajes pueden distinguir entre un hombre que los ama y un cazador que lo que quiere es matarlos. Del cazador huyen, pero sí que se le acercan al hombre que siente amor por ellos. No creí que algo así pudiera ocurrir también con las serpientes, porque sabía que estos animales son los únicos que todo el mundo rechaza: nadie siente amor por ellos. Sin embargo, he podido comprobar que hasta las serpientes sienten el amor del hombre y pueden llegar a tener una relación de “amistad” con él. Si el hombre se pone en el lugar de la serpiente y sufre por ella, esta lo siente y se le acerca, somo si fuera un amigo. Es como si dijera: “¡Gloria a Ti, Dios nuestro, porque finalmente he encontrado un amigo!”.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Patimi și virtuți, Ed. Evanghelismos, București, 2007, p. 232)