Palabras de espiritualidad

Los dos amores que nos salvan

  • Foto: Florentina Mardari

    Foto: Florentina Mardari

Translation and adaptation:

Cuando una persona no tiene paciencia ni bondad, está demostrando que no hay amor dentro suyo. El que no es paciente, el que no es bueno ni generoso, es porque le falta el amor, le falta Dios.

Después de esta vida, cada uno de nosotros deberá dar cuentas de cómo y en dónde gastó “el dinero” de su tiempo y pobres de aquellos que lo hayan desperdiciado en salas de cine, en fiestas, en diversiones, en sueños inútiles y placeres carnales. ¿Qué clase de defensa podremos esgrimir en tales casos?

Cuando una persona no tiene paciencia ni bondad, está demostrando que no hay amor dentro suyo. El que no es paciente, el que no es bueno ni generoso, es porque le falta el amor, le falta Dios. San Cosme de Etolia decía: “He llegado a conocer que dos amores son los que salvan: el amor a Dios y el amor al prójimo”. Si nos faltan esas dos virtudes, las demás se quedan sin fundamento.

Nosotros, los cristianos, por medio de la luz de Dios tenemos mucho que ofrecer, podemos ayudar mucho a los demás, sobre todo espiritualmente. Todos debemos asumir una nueva cruzada de amor al prójimo, ayudándolo material y espiritualmente.

(Traducido de: Avva Efrem Filotheitul, Sfaturi duhovniceşti, traducere Pr. Victor Manolache, Editura Egumeniţa, Alexandria, 2012, p. 55)