Palabras de espiritualidad

Los dos esposos se vuelven una sola persona. ¿Qué pasa con el patrimonio de cada uno?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¡Ya no son dos cuerpos después del matrimonio, son uno solo! ¿Qué pasa, entonces, con los patrimonios? ¿Siguen siendo dos o se vuelven uno solo también? Pero si son ya una sola persona, una sola vida... ¿Y aún hablan de “lo mío”? ¡Que desaparezcan una y mil veces todos los bienes y todas esas voluntades “libres” que no saben cómo aprovecharlos, sino tan sólo honrarlos más que a cualquier otra cosa! ¡Aprendan juntos, con buena fe, esto que les digo!

Que ninguno busque casarse con una mujer más pudiente que él, sino con una más pobre. Porque no gozarán nada de esos bienes, y, al contrario, todo será reproches porque ella ha aportado más que tú y te llenará de palabras duras.

Y te dirá, con altanería: “No he gastado nada de lo tuyo, porque aún tengo de lo mio, de eso que me dieron mis padres”. ¿Qué dices, mujer? ¿Que tienes de “lo tuyo”? ¿Qué podría ser más miserable que esto? ¿Ni siquiera tu cuerpo es ya sólo tuyo y aún dices que tienes bienes “sólo tuyos”? ¡Ya no son dos cuerpos después del matrimonio, son uno solo! ¿Qué pasa, entonces, con los patrimonios? ¿Siguen siendo dos o se vuelven uno solo también? ¡Oh, pérfida avaricia! Pero si son ya una sola persona, una sola vida... ¿Y aún hablan de “lo mío”? Esa palabra sucia la inventó el mismo demonio. Todo lo que nos es más necesario que esto, Dios lo creó para ser común.. ¿acaso, entonces, esos bienes no son comunes también? No puedes decir: “la luz es mia, el sol es mio, el agua es mia”. ¿Si lo más importante es común, no lo son también los bienes de los esposos?

¡Que desaparezcan una y mil veces todos los bienes y todas esas voluntades “libres” que no saben cómo aprovecharlos, sino tan sólo honrarlos más que a cualquier otra cosa! ¡Aprendan juntos, con buena fe, esto que les digo!

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de AurCateheze maritale. Omilii la căsătorie, traducere din limba greacă veche de Preot Marcel Hancheş, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2004, p. 51)