Los efectos de pensar en Dios a cada instante, cada día de nuestra vida
Translation and adaptation:
Al despertarnos, nuestro primer pensamiento tiene que estar dirigido a Dios y también nuestra primera palabra debe tenerlo a Él como destinatario.
Al despertarnos, nuestro primer pensamiento tiene que estar dirigido a Dios y también nuestra primera palabra debe tenerlo a Él como destinatario; después, tenemos que acordarnos de Él a cada instante, a lo largo del día (del mismo modo en que cada uno se acuerda de su propia madre), también al comer y después de comer, en la tarde y en la noche. Ese recuerdo nos consolará y nos llenará de paz.
(Traducido de: Filocalia de la Optina. Volumul II, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2010, pp. 7-8)
Leer otros artículos sobre el tema: