Palabras de espiritualidad

Los frutos de vivir cultivando la virtud de la paciencia

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Procediendo de esta manera, cada uno de nosotros albergará en su alma una paz verdadera y la esperanza de un final feliz, sin sobresaltos.

Siguiendo el ejemplo de la Madre del Señor y de los santos, avancemos por el camino estrecho, el que lleva a la vida eterna. Sí, es verdad, en este camino hay que ser muy pacientes. Entonces, fortaleciéndonos con la esperanza en Dios, seamos pacientes en los momentos felices, para no caer en el engaño, pero también en la adversidad, para no caer en la desesperanza por causa de las tentaciones. Seamos pacientes en todo, en las aflicciones, las enfermedades y las tribulaciones, para mantenernos en el buen camino.

“Porque el que sea paciente hasta el final, ese se salvará” (Mateo 10, 22). Procediendo de esta manera, cada uno de nosotros albergará en su alma una paz verdadera y la esperanza de un final feliz, sin sobresaltos. Así, el momento postrero no nos aterrará y el final de esta vida será para nosotros el comienzo de una nueva vida, la vida eterna, y nuestro sepulcro se convertirá en una escalera al Cielo.

(Traducido de: Arhimandritul Chiril Pavlov, Lauda Maicii Domnului, Editura Egumenița, Galați, 2012, p. 19)