Los malos pensamientos son “telegramas” perversos del maligno
La base de todo son los buenos pensamientos. Sólo ellos pueden levantar a la persona, cambiarla para bien. Cada uno debe esforzarse hasta llegar a ver puro todo lo que le rodea.
Padre, ¿al juzgar a sus semejantes, la persona le está dando permiso al maligno para que haga lo que quiera con ella?
– Sí. La base de todo son los buenos pensamientos. Sólo ellos pueden levantar a la persona, cambiarla para bien. Cada uno debe esforzarse hasta llegar a ver puro todo lo que le rodea. Es lo que dijo Cristo: “No juzguen por las apariencias, sino que juzguen lo que es justo” (Juan 7, 24). Posteriormente, el hombre alcanza un estado tal, que es capaz de verlo todo con ojos espirituales, no con sus ojos físicos. Y empieza a justificarlo todo, en el buen sentido.
Debemos estar atentos y no aceptar los perversos “telegramas” del demonio, para no ensuciar “la morada del Espíritu Santo” (I Corintios 6, 19 y 3, 6), para que la Gracia de Dios no nos abandone y librarnos de caer en la oscuridad. El Espíritu Santo, cuando ve que nuestro corazón es puro, desciende y habita dentro de nosotros, porque ama la pureza. Por eso es que lo representan con una paloma blanca.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești. Volumul III. Nevoința duhovnicească, traducere de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, ediția a II-a, Editura Evanghelismos, București, 2011, p. 19)