¿Los pensamientos buenos vienen solos o debemos cultivarlos?
Debes cultivarlos. Debes estar atento a tí mismo y vigilarte. Y cuando el enemigo te envíe malos pensamientos, intenta alejarlos y reemplazarlos con pensamientos buenos. Cuando te esfuerces así, tu intención se estará cultivando, haciéndose buena.
Debes cultivarlos. Debes estar atento a tí mismo y vigilarte. Y cuando el enemigo te envíe malos pensamientos, intenta alejarlos y reemplazarlos con pensamientos buenos. Cuando te esfuerces así, tu intención se estará cultivando, haciéndose buena. Y Dios, entonces, viendo tu buena intención, se apiadará y te escuchará. De esta manera, los pensamientos malos no encontraran cómo entrar en tí. Se irán y, naturalmente, tendrás sólo pensamientos buenos. Te acostumbrarás a lo bueno, la bondad vendrá a tu corazón y, así, en tu interior vivirá Cristo. Sin embargo, esto no se hace de un día para otro, sino que es necesario mucho tiempo y esfuerzo, para que tu alma obtenga la corona de la victoria. Entonces, la guerra desaparecerá para siempre, porque las guerras comienzan en el desorden interior, que es explotado por la propaganda de los enemigos.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovniceşti III- Nevoinţă duhovnicească, Editura Evanghelismos, Bucureşti 2003, p. 62-63)