Palabras de espiritualidad

Los tres amigos que nos acompañan en nuestro caminar espiritual

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Cierto día, un feligrés, un hombre muy devoto, vino a buscar al abbá Pimeno. Con él, un grupo de peregrinos y otros monjes entraron a la celda del anciano, para escuchar algún consejo, algunas palabras de provecho espiritual.

Cierto día, un feligrés, un hombre muy devoto, vino a buscar al abbá Pimeno. Con él, un grupo de peregrinos y otros monjes entraron a la celda del anciano, para escuchar algún consejo, algunas palabras de provecho espiritual. Entonces, volviéndose a donde estaba el primero, dijo el anciano: «Por favor, aconseja tú a estas personas». Sin embargo, el hombre respondió, lleno de rubor: «Perdóneme, padre, pero yo también vengo a aprender…». Pero el anciano insistió. El hombre reconoció humildemente: «Yo soy un simple laico, un vendedor de hortalizas. Compro los vegetales con poco dinero, después hago manojos pequeños y los vendo más caros. No sé hablar de la Biblia, ni otras cosas semejantes. Pero sí que puedo relatarles algo:

Un día, un hombre le dijo a su amigo:

—Quiero ir a ver al rey. Acompáñame.

Su amigo le respondió:

—Está bien, iré contigo. Pero solo hasta la mitad del camino. 

Después, el hombre se dirigió a un segundo amigo, a quien dijo:

—Llévame a ver al rey.

Y este le respondió:

—Te llevaré hasta el palacio real.

Finalmente, le dijo a un tercer amigo:

—Acompáñame a ver al rey.

Y el amigo le respondió:

—Te acompañaré hasta el palacio, donde anunciaré tu llegada y te presentaré ante el rey».

Entonces, los presentes le preguntaron al hombre cuál era el sentido de aquel relato.

Y el hombre respondió: «El primer amigo es el esfuerzo, que suele acompañarnos hasta la mitad del camino. El segundo amigo es la pureza, que nos lleva hasta el Cielo. Y el tercer amigo es la misericordia, que nos lleva con determinación hasta donde está Dios, nuestro Rey».

Y todos quedaron satisfechos con aquellas palabras. ¡Gloria a Dios!

(Traducido de: Proloagele, volumul I, Editura Bunavestire, pp. 509-510)

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