Los vicios espirituales más desagradables que la ebriedad
La ebriedad, el adulterio, el latrocinio y otras iniquidades semejantes, tan desagradables ante los ojos de quienes son piadosos y quienes huyen de ellas o las castigan, no provocan tanto dolor a los que persisten en ellas sin enderezar su camino, en comparación con los vicios espirituales.
La ebriedad, el adulterio, el latrocinio y otras iniquidades semejantes, tan desagradables ante los ojos de quienes son piadosos y quienes huyen de ellas o las castigan, no provocan tanto dolor a los que persisten en ellas sin enderezar su camino, en comparación con los vicios espirituales, que son aún peores, porque llevan al estado mismo de los demonios y a la condena eterna que ha sido determinada para los que se dejan dominar por ellos.
(Traducido de: Filocalia, vol. IV, Tipografia Arhidiecezană, Sibiu, 1948, p. 195)